martes, 26 de julio de 2011

A Jim

Los rostros
se desvanecen
dorados
buscando
el mar
de cera
al cual soplarle
los extremos.
Yo caigo

¿Has tratado de morir?


Meciendo los brazos
de esquina
a esquina
salpicando sueños
violetas en las paredes.

¿Has vivido?

He rozado el fin en tus labios,
te he encontrado
blanco
y libre,
saturado
hasta el pecho
de insaciables mariposas
morpho- esqueléticas

Por siempre solo
tu joven ayer
yace en la hierba,
dudas en polvo
y lujuria
de plumas
para flotar
en el muslo
de alguna mujer
queriendo llenarse
de tus adentros.

No termina
la pesadilla
de la flor plástica, allí,
perenne en el tiempo.
Tus segundos vuelven
ancestrales de vino
otra vez, la vida
su fuego,
se enciende
para consumir
las agujas
sobre la arena.

Tuvimos miedo,
   
 el cuervo  
               el funeral,                
                                              las cruces,                                             
 el reflejo que desconoces.


Se cierra el espacio.

La luz es monótona
y
lastima.

¿Te atreves?

Cae,
      conmigo.